Lex in the city

  Volando voy, volando vengo…por el caminooo IBERIA jodiendooooo Querid@s Seguidor@s bienvenidos y bienhallados al DÍA VENTISIETE DE LEX IN THE CITY en este por fin, viernes lluvioso. La lluvia me pone melancólica versus ñoña, desde siempre, desde que soy cebra, pero hoy está tornando en loca furiosa. Me he levantado a las 4 de la mañana para coger un avión rumbo Lisboa por trabajo, llegue bien de tiempo, paseíllo de la fama por el control de líquidos inflamables y bombas sin anilla hecho en tiempo, puerta de embarque bien, subo a mi avión y me siento. La tragedia empieza a mascarse a los quince minutos de estar sentados y quedarse todo el avión a oscuras, durante dos horas cuarenta minutos nos tienen encerrados dentro del pájaro volador y sin ofrecer ninguna explicación. Casi tres horas más tarde nos sacan a todo el pasaje para esperar que nos asignen otro avión. Yo tengo una reunión señorita y no llego,…………no me cuente su vida, no puedo hacer nada. Le pido la hoja de reclamacion...

  Sigo viva Querid@s Seguidor@s un poco más deteriorada si cabe, pero viva…..bienvenidos y bienhallados al DÍA VENTISEIS DE LEX IN THE CITY una semana más y sin descanso, por fin, no sé cómo, hemos llegado al viernes. Ahora tengo miedo a los transportes, en general, me abrocho el cinturón y me tiembla por dentro el cuerpo como si pudiera volver a pasar, estoy segura de que es temporal, postraumático y todo lo psicológicamente permitido en trances post accident , pero hay que seguir. Por analogía es lo mismo que me pasa afectivamente, tengo miedo a arriesgar porque no quiero que me hagan daño y a veces solo es cuestión de quitarse el cinturón de seguridad, dejarse fundir en un gran abrazo que te devuelva la confianza, pensar en un futuro mejor y sentir con absoluta certeza que en esos brazos quieres quedarte a vivir el resto de tus días. Ahora tengo las costillas broken o si lo prefieres Tamara “barbacoa ribs”, pero en cuanto el tiempo lo permita y pueda ser, voy a arriesgarm...

  Estoy viva y de milagro Querid@s Seguidor@s bienvenidos y bienhallados al DÍA VEINTICINCO DE LEX IN THE CITY así que más que nunca vuelvo a mi lema vital, estamos de paso y se nos olvida. Ayer yendo a trabajar por la mañana, había pedido un UBER como tantos días y según se incorporó a la autopista se empotró en un flamante Audi. Iba trabajando con el teléfono móvil y no recuerdo más que un estruendo, salir volando chocar la cara contra el reposacabezas de delante y sentir que en ese instante estallaba por dentro mi cabeza, rebotar costado detrás y quedar atrapada entre los dos asientos en el suelo del coche. Segundos, milésimas de segundo en los que solo alcanzas a pensar una única cosa, ¿qué ha pasado? ¿Por qué me duele tanto la cara, el ojo, el labio? ¿Dónde estoy? Bastante atontada, o por lo menos más de lo habitual, pude bajar del coche y llamar a mi Sister, era muy temprano y la saqué de la cama, en cinco minutos estaba allí en medio pijama para hacerse cargo de la ...

  ¡¡ HOY vamos de bola bolaaaa, bolas, ñoño y ñoños, bolaños!!   Querid@s Seguidor@s bienvenidos y bienhallados al DÍA VEINTICUATRO DE LEX IN THE CITY este es otro de mis números favoritos, nací un 24. El mundo bolondrio es para el que sepa meter, tal cual, a mí se me nota, si lo intento en el estrado me pillan siempre porque tengo cara de “sé que lo que me ha dicho el cliente es mentira (nunca dicen la verdad) y su Señoría se está coscando”. Mi primera bola se la intenté meter nada más y nada menos que a mi madre a los dieciséis años, no llegué a terminar la frase. Es cierto que hubo un colaborador necesario, mi hermano “Pae” que metía cizaña desde la primera palabra, pero la Jefa es mucha Jefa y según iba intentando con titubeos o balbuceos decir la piadosa bolilla, tenía clavada su mirada incisiva, su pupila que parecía dilatadísima y enorme en mi pupila. La bola mía era muy de la edad, había un antro en Moncloa de los ……no puedo decir el año porque sumarían ustedes m...