Sigo viva Querid@s Seguidor@s un poco más deteriorada si cabe, pero viva…..bienvenidos y bienhallados al DÍA VENTISEIS DE LEX IN THE CITY una semana más y sin descanso, por fin, no sé cómo, hemos llegado al viernes.

Ahora tengo miedo a los transportes, en general, me abrocho el cinturón y me tiembla por dentro el cuerpo como si pudiera volver a pasar, estoy segura de que es temporal, postraumático y todo lo psicológicamente permitido en trances post accident, pero hay que seguir.

Por analogía es lo mismo que me pasa afectivamente, tengo miedo a arriesgar porque no quiero que me hagan daño y a veces solo es cuestión de quitarse el cinturón de seguridad, dejarse fundir en un gran abrazo que te devuelva la confianza, pensar en un futuro mejor y sentir con absoluta certeza que en esos brazos quieres quedarte a vivir el resto de tus días. Ahora tengo las costillas broken o si lo prefieres Tamara “barbacoa ribs”, pero en cuanto el tiempo lo permita y pueda ser, voy a arriesgarme como nunca lo he hecho.

Esta semana sigue copiando nuestro ilustrísimo gobierno, parece mentira, pero tienen que leer Lex in the city todos los viernes jajaja, para tener un tema de distracción que de carnaza mediática y cubra el resto de los problemas estructurales que tiene este país, mi querida España, esa España mía, esa España nuestra.

En ese mood han decidido como tema principal hablar de Bildu y los terroristas toda la semana, con la única finalidad de convertir el tema en campaña política pre electoral.

Mi justicia esta agónicamente afectada, yo diría que, en estado terminal, esta semana se han suspendido todos los juicios y señalamientos que tenía, y créanme eso además de prolongar la ya de por sí eterna dilación judicial, hace que uno deje de creer que algo tan sagrado como la justicia se convierta de golpe y porrazo en pura injusticia.

Una persona que tuvo un accidente muy grave en el año 2017, con amputación de un miembro y consecuencias terribles, tenía el juicio por fin esta semana, un juicio muy fácil con apenas testigos puesto que solamente había que comprobar las trágicas lesiones. Pues bien, no había un funcionario para darle al botoncito de grabar la sesión y se suspendió, emplazando la celebración de este a julio de 2024. ¿Es justo tener que esperar siete años para tener un juicio? Y no olvidemos que después vendrán los recursos con su consiguiente dilación, ¿Cuándo tendrá algo de justicia esta persona, en quince años?

A veces te dan ganas de colgar la toga en la cabeza de más de uno, pero tienes que ejercer el autocontrol.

Ahora que el gobierno nos va a dar un pisazo a cada uno, también podremos ir (los que avancen en edad, porque ya saben que yo descumplo) al cine por dos euros. Que maravilla, por fin alguien se acuerda del cine, para mí es imprescindible saber que el cine existe, que a pesar del día horrible o las suspensiones pueda llegar este viernes y acabar el día viendo una película.

Esas películas que forman parte de la vida de todos, esas que vuelves a ver una y otra vez descubriendo matices nuevos en esas primeras siguientes veces, las que te recuerdan momentos vitales o sentimientos olvidados…..Si puede ser en el cine y con chocobolas mejor, pero si es en casa con una caja de donettes lo apañamos y la felicidad torna en máxima.

Esta semana he cambiado el chocolate por los calmantes que amablemente me brindó el médico de urgencias y que acaban todos en zepan, que la terminación puede ser porque terminas cayendo como un zeporro. A veces, aunque sea de forma puntual no está de más ir un poco zepo por la vida, sobre todo si hay huelgas en los juzgados.

Anoche estuve en un funeral celebrado por el mítico padre D. Jesús de la Iglesia Santa María de Caná, más conocida en Pozuelo como la Catedral por su forma arquitectónica. Pues bien, el bueno de D. Jesús dedicó unas cariñosas palabras a la nieta de la persona fallecida, recordando que vida no hay más que esta, que lo que hacemos aquí nos lleva a la eternidad……..esa eternidad donde están todas las personas que has querido y que el cuerpo se queda en la tierra (permítanme la frivolidad, pero eso me sonó a alivio, por no tener que controlar más los kilos de donettes acoplados en algún rincón del body).

Desde que llevo asuntos judiciales turbios de la Iglesia, he dejado de creer, a pesar de la educación más que católica, apostólica, que he recibido guiada siempre por mi Santa Madre. Pero anoche, me volví a casa reflexionando o más bien pensando que ojalá exista esa eternidad donde ya no importa nada, no hay problemas, ni plazos o vencimientos, ni malos (porque esos no van a la eternidad).

Mezcle todo eso, además de con el zepan, con un programa que emitía RTVE, en el que de pronto escuche como Miguel Bosé que lleva más de ocho años sin cantar por culpa de una enfermedad que le ha privado de voz, cogía el micrófono y cantaba “Te amaré”.

Imposible no emocionarse “cuando ya no estés presente, seguirás siendo costumbre y te amaré. A pesar de todo y siempre, te amaré”.

Feliz fin de semana a todos, no puedo recomendarles un poco de zepan porque es con receta, pero un poco de cine en buena compañía y con choco siempre es una gran solución.

 

Fdo,- La Cebra Rubia

 

 

 

 

 

 

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