DÍA SEIS DE LA RESURRECCIÓN

Querid@s lector@s bienvenidos y bienhallados al DIA SEIS DE LA RESURRECCIÓN,  de la segunda semanada mas triste.

La tragedia ha sido mucho peor de lo inimaginable, las victimas siguen sumando y el horror de lo vivido está en cada pedazo de barro y en cada sonrisa arrancada, Valencia no volverá a ser la misma después del paso de esa no avisada Dana.

Mientras esos grandes gobernantes se echan la culpa los unos a los otros, pasan los días, y los únicos que responden son los ciudadanos que desinteresadamente ayudan con lo que pueden o tienen.

Me siento orgullosa de mi país, de las personas que lo conforman, pero siento vergüenza profunda por los muchos mil cargos públicos que tenemos y no sirven para nada.

Estoy en una semana radical, ya advertí en mi primera resurrección de esta temporada que estaba dándome la vuelta como un calcetín, dicho y hecho. Siempre que hago cambios de ciclo, vuelvo mi vida del revés. 

Por fin, he tomado la decisión más difícil, dejar ese sitio que me pervirtió profesionalmente, donde no cuentan las personas y todo se contabiliza en cifras, para dar un paso al frente y buscar un lugar en el que seguir ejerciendo esta digna profesión letrada llevando por bandera mis valores y principios.

No voy sola en el camino, me acompaña lo más importante, mi pequeña gran familia profesional y sin los que no podría hacer nada. Siento que cada cosa que he hecho estos años era para traerme hasta aquí, pero qué difícil es haber tenido que vivir todo eso.

Son las doce de la noche y acabo de salir de una sala del sitio al que nunca volveré, donde me han tenido cuatro horas de tercer grado. Horas en las que me he terminado rompiendo, donde cada palabra que escupía aquel que en su día me contrató para llevar un departamento y se disfrazó durante mucho tiempo de amigo, ahora son dardos envenenados para ver si puede exprimir algo más que aún no haya sacado de mi o mi paso por la inhumana firma jurídica. 

He ido andando desde la milla de oro hasta la plaza de Cristo Rey casi sin darme cuenta y regando Madrid de lágrimas. 

Lloro por agotamiento, impotencia, frustración y pena de ver que existen personas tan miserables, que hacen que un día llegues a no encontrar sentido a lo que haces porque han monetizado cada segundo de tu trabajo.

Siempre he amado mi profesión, y aunque he tardado en salir del sitio equivocado, séque ahora en algún momento saldrá el sol y volveré a disfrutar de cada juicio, recurso o escrito, que nada ni nadie va a acabar con mis ilusiones y pasión por el derecho porque no pueden, ni siquiera ese que se estira para parecer alguien, lleva gafas de pasta negrahaciéndose el importante y persigue convencer a quien quiera escuchar esa verborrea insulsa adornada de falacias de que su orden y mando son la octava maravilla, cuando salta a la vista que carece de valores y su dignidad se mide en céntimos.

Alguien que adoro me dice desde que era pequeña que yo nunca he sido normal, porque de normales está el mundo lleno y yo no lo soy. Ahora eso, cobra más sentido que nunca, porque soy el folio arrugado, el que está hecho una bola…..jamás querría ser la hoja lisa y perfecta, porque esa está dentro del paquete y solo tiene que salir, pero el folio arrugado lleva mucho tiempo fuera y ha pasado lo suyo para estar así.

Se que mañana voy a levantarme, será un día nuevo, daré las gracias por empezarlo máxime cuando hemos visto el horror desde hace una semana tan de cerca, y voy a empezar a VIVIR.

Que nunca nadie acabe con vuestros sueños, pasión o ilusiones, como dijo el gran Bob Marley: “No hay peor pecado que provocar lágrimas en una persona que nos ha regalado sus mejores sonrisas”, así que voy a seguir sonriendo, porque no merece la pena llorar por quien no ha valorado nunca ese regalo.

Y a ese que dice que no tengo que hablar más, solo tengo que decirle que bastante tiene con levantarse cada día y asumir quien es, porque seguiré hablando, riendo, abrazando, besando por doquier, porque estoy más viva y renovada que nunca y nadie va a poder quitarme nunca la voz, ni la tecla.

 

Mami, no me olvido de ti, vamos a gritarlo juntas “Vixca Valencia”

 

 

 

 

 

Fdo.- La Cebra Rubia